A lo largo de los últimos tiempos la medicina estética se ha beneficiado de una verdadera revolución en cuanto a procedimientos, activos y tecnología a emplear. Tratamientos antaño limitados en cuanto al resultado y muy costosos en lo económico, han sido superados por métodos que actúan con una extraordinaria precisión y eficiencia.
Técnicas como la mesoterapia y sustancias como el ácido hialurónico no solo llegaron para quedarse, sino que continúan descubriéndose nuevas utilidades y aplicaciones que amplían cada vez más su campo de actuación. Su polivalencia, unida a unos resultados excepcionales, ha elevado a ambos al número uno del podio y hoy en día son los más demandados y utilizados por pacientes y profesionales respectivamente.
¿Qué es y para qué sirve la mesoterapia?
La mesoterapia es una técnica que consiste en aplicar microinyecciones cargadas con activos que ayudan a corregir el problema de la zona a tratar.
Pese a lo que pueda sugerir, se trata de un método prácticamente indoloro que no requiere hospitalización ni complicadas anestesias, es sencillo de aplicar, seguro y altamente eficaz. Existen dos tipos de mesoterapia:
Mesoterapia facial
Consiste en introducir diversos cócteles de vitaminas, oligoelementos, minerales y otras sustancias beneficiosas para la salud de la piel, a través de microinyecciones en la zona del rostro, escote y cuello.
Gracias a ello conseguiremos:
- Proporcionar agentes antienvejecimiento que mejoren la apariencia, textura y firmeza de la epidermis.
- Eliminar el acné.
- Disminuir la profundidad de arrugas y/o líneas de expresión.
- Difuminar cicatrices y marcas.
Mesoterapia corporal
La mesoterapia corporal elimina la grasa acumulada mediante la aplicación intradérmica de diferentes compuestos farmacológicos.
Actúa a nivel celular estimulando los adipocitos para liberar su contenido graso, mientras que facilita la microcirculación local y favorece el drenaje linfático.
Su uso está especialmente indicado en el tratamiento de la celulitis (tanto dura como blanda), además combate la flacidez en piernas y abdomen y acaba con la grasa localizada.
¿Y el ácido hialurónico?, ¿Cómo y por qué puede ayudarte?
El ácido hialurónico es un elemento integrante natural de la piel, articulaciones y cartílagos.
Este compuesto, con el paso del tiempo, disminuye sustancialmente su presencia en nuestro cuerpo, lo que, en el caso de nuestra piel, ocasiona una pérdida de volumen, firmeza e hidratación que se traduce en un aspecto más apagado y envejecido.
Mediante su infiltración podemos:
- Reducir el surco nasogeniano.
- Aumentar el volumen de los labios.
- Mejorar las ojeras y surco nasoyugal.
- Modelar la forma de la nariz equilibrando sus proporciones.
- Redefinir el contorno facial.
Como puedes ver, es fácil entender el secreto del éxito de estos tratamientos y por qué son los más escogidos en la actualidad. Su tremenda versatilidad unida a sus efectos beneficiosos, clara y rápidamente visibles, hace que su utilidad esté fuera de toda duda.
No lo dejes pasar durante más tiempo, elige ahora tu centro médico estético de referencia y ponte en buenas manos de profesionales de la medicina especialistas en este tipo de tratamientos: tu salud y tu belleza saldrán ganando.